El cuchillo eléctrico es un electrodoméstico que permite cortar comida con facilidad y precisión. Su invención se le atribuye a Jerome L. Murray,​ a finales de los años 60, pero hay otros reclamantes como Clem E. Kosterman quien pidió una patente en 1939.

Consiste en dos hojas paralelas dentadas o aserradas que están asentadas en un motor que se deslizan siempre en sentido contrario una de la otra (cuando una avanza la otra retrocede) y se utiliza principalmente para cortar, dividir y trocear comidas que poseen texturas delicadas o complejas, requiriendo poca presión sobre los alimentos.

Uno de los principales beneficios es que el corte se vuelve realmente fácil y rápido, lo que en realidad resulta en un ahorro de energía significativo para las personas que lo utilizan.

Las principales beneficiadas son las personas que sufren de algún dolor en particular en las manos o cualquier otra condición que pueda generar más cansancio al hacer este tipo de actividades que en muchos casos se convierten en rutinarias.

Se usan más que nada para cortar todo tipo de carnes, huesos y pan, estos son los usos más comunes, sin embargo es un artefacto que puede cortar cualquier otro alimento.

Su uso es relativamente sencillo de efectuar, pero se debe utilizar con precaución ya que corta fácilmente, por lo que un descuido podría provocar algún accidente grave en quien lo esté utilizando. Es por ello que se le considera el utensilio más peligroso de la cocina.

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