Las ondas de radio viajan a la velocidad de la luz, es decir 300 000 km/s; el sonido, en cambio, es mucho más lento ya que se propaga en el aire a 340 m/s.

Aunque transmitan sonidos, las ondas de radio no son ondas sonoras sino radiación electromagnética, es decir una combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes que se propagan a través del espacio en forma de ondas portadoras de energía.

Las ondas de radio se predijeron por primera vez en 1867 por el físico matemático escocés James Clerk Maxwell​ quien descubrió las propiedades de la luz en forma de onda y similitudes en las observaciones eléctricas y magnéticas

Según sea su intervalo de frecuencia las llamamos ondas radioeléctricas, microondas, rayos X, rayos gamma u ondas luminosas. En realidad, la luz visible no es más que una pequeñísima fracción del espectro electromagnético.

Las naves espaciales se comunican utilizando las mismas ondas de radio que la televisión, la radio o los teléfonos móviles. Viajan a la velocidad de la luz, lo cual es rápido, pero no tanto si tenemos en cuenta las grandes distancias del espacio. Desde la Estación Espacial Internacional, los astronautas pueden hablar con la Tierra en tiempo real, pero en la cara oculta de la Luna, las comunicaciones pueden tardar un segundo en llegar a nuestro planeta.

Si se consiguiese colonizar Marte, la comunicación con la Tierra podría tardar 20 minutos dependiendo de la distancia entre ambos planetas en función de sus órbitas.

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