Los premonitores y réplicas están asociados con los terremotos. Los premonitores son pequeños temblores que ocurren antes de un terremoto mayor, mientras que las réplicas son temblores que ocurren después del terremoto principal.

Ambos fenómenos son indicativos de la actividad sísmica en una región y pueden ser usados para predecir la ocurrencia de un terremoto mayor. Además, las réplicas pueden causar más daño a edificios y estructuras ya debilitados por el terremoto principal.

La designación de los términos premonitor, sismo principal y réplica solo es posible identificarla después de un gran sismo.

La actividad premonitora ha sido detectada en al menos el 40% de los sismos con magnitudes de moderada a grande y en el 70% para los sismos con magnitud mayor a siete grados,3​ cuyo tiempo es de algunos minutos, horas, días o incluso años. Por ejemplo, el terremoto de 2002 en Sumatra es considerado como el premonitor del gran terremoto del océano Índico de 2004 con un retraso de más de dos años entre los eventos.

Sin embargo, algunos grandes terremotos no tienen eventos premonitores, tal como es el caso del gran terremoto de India-China en 1950 de M8,6. y que dejó más de 30 000 muertos.

Por su parte, una réplica siempre es de menor magnitud que el sismo principal. En el caso de que una réplica tuviera una magnitud mayor que el sismo principal, es catalogada como el nuevo sismo principal, y el sismo principal original es considerado un sismo premonitor.

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