La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana (Lepidoptera, Tortricidae) es una plaga, originaria de Europa, que ataca a los viñedos.

Produce daños directos; provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta y afectando la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Asimismo, favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además, la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción.

Su tratamiento requiere de controles biológicos y químicos.

El control biológico es un método agrícola de control de plagas (insectos, ácaros, malezas, enfermedades de las plantas, etc.) que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales.

El control químico de las plagas es la represión de sus poblaciones o la prevención de su desarrollo mediante el uso de substancias químicas.

En ambos casos las directivas para el control suelen coordinarse a través de los organismos de control sanitario públicos en base a las carácterísticas del lugar donde crece el cultivo afectado.

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