El yacimiento arqueológico de Monte Verde, al sur de Chile, ha revolucionado el mundo de la arqueología por los datos que aporta. Gracias a los estudios que se han realizado en el mismo se ha llegado a conocer mejor esta zona con lo que se supone que es el asentamiento humano más antiguo de América con más de 18.000 años, lo que cuestiona la teoría del Poblamiento de América que hasta ese momento fechaba la llegada del hombre al nuevo mundo hace no más de 13.000 años. Los hallazgos fueron inicialmente rechazados por la mayor parte de la comunidad científica, pero luego las pruebas se aceptaron más en los círculos arqueológicos.

Todo se inicia en 1977, con un descubrimiento que hasta el día de hoy causa asombro y calurosa discusión. Ese año, el arqueólogo y antropólogo estadounidense Tom Dillehay, junto a un equipo científico de la Universidad Austral de Chile, excavaron en un sitio de aspecto salvaje, ubicado en la Región de Los Lagos. El yacimiento cuenta con tres zonas: Monteverde I, Monteverde II y Chinchihuapi, un antiguo arroyo que atraviesa gran parte del sector.

Los hallazgos en Monte Verde, según el grupo de científicos, dieron con un asombroso listado de huellas del Pleistoceno tardío. Había objetos de caza, elementos arquitectónicos, trozos de carne y cuero animal, plantas medicinales y exóticas, papas silvestres, algas, huesos de animales, cordeles, varios fogones, hoyos, braseros y hasta una pisada humana.

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