El éclair, a veces también denominado petisús o palo de jacob, es un pastelito de origen francés cuyo nombre significa ‘relámpago’ debido al brillo tan especial que adquiere cuando se glasea. Es un bollo fino o dona hecho con pasta choux, a la que se da forma alargada y se hornea hasta que queda crujiente y hueco.

Tradicionalmente el éclair se rellena de crema pastelera de vainilla o chocolate, o bien con nata, y suele cubrirse con chocolate glaseado. Otros rellenos incluyen nata aromatizada con café soluble, cacao, ron, fruta o puré de castañas.

Algunos de los mejores pasteleros del mundo se afanan en reinventar la receta clásica, ideando las variantes más apetecibles y creativas. En París, por ejemplo, algunos de los mejores 'templos dulces' (desde Fauchon, a Pierre Hermé, La Pâtisserie des Rêves, Pierre Marcolini, Sadaharu Aoki, etc) ofrecen a sus clientes los éclairs más vistosos y originales.

El éclair se originó durante el siglo XIX en Francia, donde fue llamado "pain à la Duchesse" o "petite duchesse" hasta 1850.​ El primer testimonio escrito en francés fue en la década de 1860.3​4​ Algunos historiadores de la comida especulan que los éclairs fueron hechos por primera vez por el famoso chef francés Marie-Antoine Carême (1784–1833).

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