Hipólito Yrigoyen (1852-1933) fue el primer presidente argentino en ser elegido democráticamente, por medio del sufragio secreto y obligatorio masculino establecido por la Ley Sáenz Peña de 1912, de la cual él fue un gran impulsor. Cumplió su primer mandato de 1916 a 1922 y su segundo mandato de 1928 a 1930. Era sobrino de Leandro N. Alem, líder fundador de la Unión Cívica Radical, a quien admiró, pero también criticó fuertemente.

Conocido como "el padre de los pobres", Yrigoyen presidió en un período de aumento en el nivel de vida de la clase obrera argentina junto con la aprobación de una serie de reformas sociales progresivas, incluyendo mejoras en las condiciones de las fábricas, la regulación de las horas de trabajo, las pensiones obligatorias y la introducción de un sistema de educación pública universalmente accesible.

Yrigoyen con Domingo Faustino Sarmiento y Victorino de la Plaza fueron los únicos presidentes que hasta ese momento habían surgido de las clases populares. Su presidencia puso fin a una hegemonía conservadora de más de 40 años y significó el acceso de la clase media al poder político. Fue también el primero en adoptar una línea nacionalista.

Algunos de sus apodos más conocidos fueron: el “peludo”, por su aversión a mostrarse en público, y el “vidente”, por su supuesta capacidad para interpretar las demandas, necesidades e intereses de sus interlocutores.

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