Ozoní es la mayor y más poblada de las islas Diapondias ubicada en Grecia.

Para los estudiosos de la mitología, este pequeño paraíso es aún más fascinante, ya que ha sido identificada como la mítica Ogigia, hogar de la ninfa Calipso en La Odisea de Homero.

Hoy, la isla ofrece un viaje único a través del tiempo, donde las leyendas antiguas se mezclan con la realidad cotidiana de sus habitantes.

Ozoní ha tenido numerosos nombres a lo largo de los siglos, reflejo de su rica y variada historia. En los textos antiguos, se la conocía como “Othronos” o “Thoronos”. Los venecianos y los italianos la llamaron “Fanò”, debido a su emblemático faro, y también “Fidonisi” (Isla de las Serpientes), por la abundancia de estos reptiles.

Sin embargo, el nombre más evocador es Ogigia, que según las interpretaciones de cartógrafos y escritores de los siglos XVII y XVIII, era el refugio donde Calipso retuvo a Odiseo durante siete años. El lugar concreto se localiza en una cueva próxima a la playa de Ámmos Áspros.

La geografía de Ozoní parece respaldar esta identificación. Homero describe Ogigia como una isla rica en cipreses y dotada de un aroma embriagador. Hoy, Ozoní está cubierta de olivos centenarios, cipreses y una flora mediterránea exuberante.

Además, su ubicación, relativamente cercana a Corfú, coincide con el relato del viaje de Odiseo, quien naufraga en la isla de los feacios tras dejar Ogigia.

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