Las Veintiuna exigencias fueron un conjunto de imposiciones hechas durante la Primera Guerra Mundial por el Imperio de Japón, presentadas al Gobierno de la República de China el 18 de enero de 1915, y que condujeron a la firma de dos tratados entre los dos países el 25 de mayo de 1915.

Las demandas extenderían el control japonés de Manchuria (una región histórica ubicada al noreste de China y que cuenta con una superficie de 801 600 km²) y de la economía china, y fueron rechazadas por Gran Bretaña y los Estados Unidos. En el acuerdo final Japón ganó un poco, pero perdió la confianza de Gran Bretaña y los Estados Unidos.

El público chino respondió con un espontáneo boicot nacional de los productos japoneses; Gran Bretaña mostró muy en contra y ya no confió en Japón como aliado. Con la Primera Guerra Mundial en marcha, la posición de Japón era fuerte y la de Gran Bretaña débil; sin embargo, Gran Bretaña (y los Estados Unidos) obligaron a Japón a abandonar el quinto conjunto de demandas que le habrían dado a Japón una gran medida de control sobre toda la economía china y terminaron con la Política de Puertas Abiertas.

Según los observadores contemporáneos, las exigencias supusieron una prueba clara del militarismo depredador de Japón, a pesar de que la impresión en los círculos nipones era de que el acuerdo simplemente formalizaba anteriores pactos y ayudaba a cumplir el deseo de los industriales chinos de reforzar los lazos con Japón.

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