En la mitología argentina nos encontramos con este ser mítico perteneciente a la tradición Quichua y el gaucho de la provincia argentina de Santiago del Estero. Se entiende como el hombre encargado de los árboles, del bosque y de las plantas.

"Sacha" significa bosque; "yoj", señor. El Sachayoj es el protector del monte y vive en sus profundidades. Algunos dicen que tiene la figura de un anciano con larga cabellera; otros que toma la forma de un animal (conejo, vizcacha, guasuncha, etc.) de tamaño gigantesco y los más fantasiosos, que es un ser mitad humano y mitad animal (la cara y el torso de un anciano y los miembros inferiores de un puma, una guasuncha o un zorro).

Todos coinciden en que este guardián suele castigar con terrible furia a los cazadores o personas que depredan la flora o fauna de nuestros montes. Cuenta la leyenda que sus gritos, que semejan los golpes del hacha del bosque, atrae al hachero hacia la espesura del monte y una vez perdido lo ataca sin compasión.

Se dice que El Sacháyoj suele llevar un morral o una bolsa con miel de abejas lechiguanas, hidromiel o mulitas con los cuales obsequia al ser humano valiente que se le aproxima y le acepta respetándole.

Su alimentación es de frutas y algunos animales, y suele deambular veloz y fácilmente aún entre las más densas forestas y espesuras haciendo desaparecer a los perros que le intentan perseguir.

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