Una estrige es un demonio femenino similar a un vampiro en el folclore eslavo (y especialmente, polaco).

Se creía que las personas que nacían con dos corazones, dos almas y dos pares de dentaduras (la segunda apenas visible) eran estriges. Además, se creía que los recién nacidos que nacían con dientes también lo eran.

Cuando se identificaba a alguien como una estrige, se le expulsaba de los pueblos. Al morir, según la creencia, solo una de las dos almas pasaría al más allá; se creía que el alma que se quedaba en la Tierra devolvía a la estrige a la vida para atacar a otros seres vivos, chupándole la sangre y comiéndose sus vísceras.

Cuando la persona a la que se le consideraba una estrige moría, la decapitaban y enterraban la cabeza por separado del cuerpo para evitar que volviera de los muertos; también lo enterraban bocabajo con una hoz alrededor de su cabeza.

Otras fuentes indican que son mujeres deformadas por una maldición. Tal fue el caso de Adda la Blanca, hija de Foltest, rey de Temeria. Fue maldecida antes de su nacimiento y luego nació como una estrige.

Ella y su madre, que no sobrevivió al parto, fueron enterradas en una tumba individual. Durante siete años creció dentro del sarcófago, solo para emerger como una criatura de instinto depredador con el tamaño y la habilidad para llevarlo a cabo.

Para deshacer la maldición alguien debe evitar que la estrige regrese a su ataúd hasta el tercer canto del gallo.

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