La arcilla está constituida por partículas de silicatos de aluminio hidratados, normalmente tienen estructura en capas. Presenta diversas coloraciones según las impurezas que contiene, siendo blanca una vez cocidas cuando es pura, en estado húmedo suelen ser gris. Surge de la descomposición de rocas que contienen feldespato, originada en un proceso natural que dura decenas de miles de años.

Se considera un coloide, de partículas extremadamente pequeñas y superficie lisa. El diámetro de las partículas de la arcilla es inferior a 0,0039 mm. En la fracción textural puede haber partículas no minerales, los fitolitos. Químicamente es un silicato hidratado de alúmina, cuya fórmula es: Al2O3 · 2SiO2 · 2H2O.

Las arcillas pueden clasificarse de acuerdo al proceso geológico que las originó y a la ubicación del yacimiento en el que se encuentran. Se puede reconocer arcillas primarias y arcillas secundarias.

Se caracteriza por adquirir plasticidad al ser mezclada con agua, y también sonoridad y dureza al calentarla por encima de 800°C. La arcilla endurecida mediante la acción del fuego, fue la primera cerámica elaborada por los seres humanos, y aún es uno de los materiales más baratos y de uso más amplio.

Ladrillos, utensilios de cocina, objetos de arte e incluso instrumentos musicales como la ocarina son elaborados con arcilla. También se utiliza en muchos procesos industriales, como en la elaboración de papel, producción de cemento y procesos químicos

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