La película Violines en el Cielo (Despedidas) filmada en Japón y dirigida por Yōjirō Takita, es una película dramática, con una visión poética que hizo merecedora al Oscar como mejor película extranjera en 2009.

Como herencia ancestral del Shintoismo, el pueblo japonés practica aún el Nokan, arte funerario tradicional que consiste en limpiar y maquillar a los difuntos con el respeto del ritual nipón, frente a sus familiares.

La película de alto contenido humano, trata en forma magistral, la aceptación de la muerte con el amor y disciplina propia de los orientales, para que en la vida del más allá se prosiga con valores.

Cuenta la historia de Daigo Kobayashi, un dedicado violonchelista cuya orquesta acaba de ser disuelta. Daigo decide regresar a su antigua ciudad natal con su esposa para buscar trabajo y empezar de nuevo. Responde a un anuncio titulado “Salidas” pensando que es un anuncio de una agencia de viajes, para después descubrir que el trabajo es en realidad para un “Nokanshi”, un profesional que prepara los cuerpos de los difuntos para su entierro y su tránsito a la próxima vida.

Un drama fílmico que merece elogios por la forma como plasma las emociones humanas ante lo irremediable.

La cinta tomó 10 años en finalizarse debido al tema, con el que nadie quería relacionarse, era demasiado escandaloso en esos días, hasta que por fin salió a la luz . Llegó hasta occidente llevándose el premio de la Academia por mejor cinta extranjera en el 2009.

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