Los aligátores, como los caimanes, los cocodrilos y los gaviales, pertenecen a la familia de los crocodilios, quienes están más emparentados con las aves que con los demás reptiles.

La población de aligátores estadounidenses o del Mississippi llegó a ser declarada en peligro, pero se ha recuperado e incluso se permite la caza para controlar sus efectivos.

El cuerpo de este animal es de unas dimensiones enormes, y aunque parezca que no puedan moverse con facilidad o rapidez, tienen mucha potencia y fuerza en sus patas, por lo que son capaces de atacar si ven una presa cerca de ellas o si están dentro de su territorio.

Una hembra llegará a pesar una media de 90 kilos, sin embargo un macho adulto puede alcanzar los 400 kilos, o incluso más. La longitud de estos animales desde la cabeza hasta la cola es de unos 4 m, siendo las hembras algo más cortas que sus compañeros. El color de la piel de estos animales es de una tonalidad verde oliva, exceptuando su vientre y la parte inferior de su cuerpo que es de una tonalidad más clara. Tiene grandes similitudes con el aligátor chino.

Pueden encontrarse en la desembocadura del río Mississippi, aunque también se le encuentra en Florida y en las dos Carolinas. Se ha ido expandiendo en su territorio, con el fin de huir de la acción del hombre, por lo que se encuentra repartido en diferentes regiones. A pesar de su violencia, le gusta vivir en relativa tranquilidad, necesitando una zona en la que poder relajarse y tomar el Sol.

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