El madrigal es uno de los subgéneros líricos más importantes de la literatura, aunque su uso haya disminuido con el tiempo sustancialmente. Alcanzó su máximo desarrollo durante la época del Renacimiento principalmente en Italia de la mano de autores que le llevaron por composiciones que aludían con frecuencia temas de carácter amoroso. Es así que es cultivado en Italia y difundido, más tarde, a otras zonas del mundo.

La composición lírica del madrigal propone una estructura específica de una combinación de versos heptasílabos, así como endecasílabos, los cuales deben mantener una rima consonante siguiendo el tema en el que se centran. Sin embargo, no existe una cantidad específica de versos, sino que el autor libremente elige la cantidad.

El madrigal deriva del término “madrigale”, el cual hace referencia a “rebaño”. Se empieza a usar este término para designar la poesía pastoral, también conocida como poesía bucólica, en la que se expresan profundamente los sentimientos amorosos.

Los primeros madrigales que empiezan a desarrollarse mantenían una estructura sencilla y en su mayoría consistían en dos o tres versos. La mayoría de las composiciones de este tipo, son a dos voces con una voz superior que se caracteriza por una sólida argumentación, mientras que la segunda voz es más sencilla.

Para el siglo XVI el madrigal sólo era aplicado a composiciones musicales de poemas de carácter profano entre los que Petrarca resaltaba y que incluían de 3 a 4 voces.

Más información: es-academic.com