El 30 de agosto de 1918, durante una manifestación de trabajadores en una fábrica de armamento de Moscú, Vladimir Lenin (1870-1924) pronunció un discurso. Cuando salió del edificio, y antes de que entrara en su automóvil, Fanny Kaplán le gritó. Al girarse Lenin, ella le disparó tres tiros: uno atravesó el abrigo de Lenin, los otros dos le alcanzaron el hombro y el pulmón izquierdos, respectivamente.

Fanny era una activista anarquista y revolucionaria rusa, quién años antes estuvo exiliada 11 años en Akatúy, Siberia, por participar en el intento de asesinato del gobernador zarista de Kiev.

Tras la Revolución de Octubre, fue liberada y apoyó la Asamblea Constituyente, pero estaba desilusionada de Lenin por el conflicto entre los social-revolucionarios y el partido bolchevique.

Inmediatamente después de dispararle a Lenin, Kaplán fue detenida en la parada de tranvía más cercana; y en el momento del arresto, aceptó haber disparado.

Durante los interrogatorios, cuando se le preguntó quién ordenó el asesinato, ella respondió que actuó por su propia voluntad, por considerar a Lenin un traidor a la Revolución.

Fanny Kaplán fue ejecutada, sin juicio, el 3 de septiembre de 1918, a las 4:00 pm. El cadáver fue metido en un barril, empapado con gasolina y quemado en el Kremlin.

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