La tobermorita es una familia de minerales de la clase de los inosilicatos o fases cristalinas. Hay más de una tobermorita: tobermorita 9, tobermorita 11 y tobermorita 14. Entre ellas se distinguen por tener pequeñas diferencias en su estructura y composición. Fue descubierta en 1880 en Tobermory en la isla de Mull, en Escocia.

En todos los casos, están formadas por cadenas dobles de óxido de silicio atrapadas entre láminas de óxido de calcio. Configuran una “especie de lasaña” con la peculiaridad de que el relleno, las cadenas, en lugar de ser “carne picada” consistirían en unas “salchichas” muy largas y la salsa, “agua”.

El número identifica el grosor de cada capa, medido en arngströns. Todo es a nivel de estructura atómica pero cuando el mineral se encuentra en la naturaleza, el aspecto que tiene es generalmente de fibras diminutas (menos de un milímetro) donde las “salchichas” estarían perfectamente ordenadas en la dirección del eje de la fibra.

La tobermorita tiene varias aplicaciones industriales; sirve de adición para cementos o para la captura de ciertos contaminantes. Además, se ha encontrado que algunos de los hormigones y morteros de construcciones de la época romana contenían cristales de tobermorita.

Se ha descubierto recientemente que la resistencia y longevidad del hormigón "marino" romano se benefician de una reacción del agua de mar con una mezcla de ceniza volcánica y cal viva para crear un cristal llamado tobermorita, que puede resistir a la fractura.

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