Monterrey, capital del estado de Nuevo León, México, es conocida como "La Sultana del Norte".

Muchos han tratado de explicar este epíteto por la presencia de una pujante comunidad árabe en esta ciudad y dado que, entre los musulmanes "sultán" es el nombre popularmente conocido para referirse al gobernante y "sultana" su mujer principal, esto propiciaría que la ciudad de Monterrey pasara a ser conocida como la Sultana por su importancia y belleza.

Casi ocho siglos (711 a 1492) dominaron los árabes grandes territorios de la península ibérica, hoy España. En la memoria colectiva quedaron las imágenes de aquellas sultanas, mujeres hermosas y bellamente ataviadas que por algo eran las principales de los sultanes. Fue natural, entonces, que naciera una asociación mental entre “sultana” y “belleza”.

Luego vendría la metáfora. Para enaltecer la belleza de una ciudad, poetas y escritores del pasado se referirían a ellas como sultanas. Esto ocurriría no una, ni dos, ni tres veces. Se convertiría en una verdadera moda y así, muchas ciudades de diferentes latitudes pasarían a ser "Sultanas".

A ciencia cierta, no hay claridad en cuanto quién dio el título de "sultana" a la ciudad norteña; posiblemente fue el obispo Ignacio Montes de Oca y Obregón (1840-1921) quien exclamaría: “Monterrey está llamada a convertirse en la Sultana del Norte”, al destacar su crecimiento y progreso.

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