La isla Lipari es una de las siete islas del archipiélago de las Eolias, en Italia. Está situada en el mar Tirreno al norte de Sicilia, provincia de Mesina. Es la mayor isla y el principal puerto del archipiélago.

Debido a la importancia de la isla, el archipiélago entero recibe con frecuencia el nombre de islas Lipari, aunque todavía se emplea la antigua denominación (islas Eolias).

Habitadas desde la antigüedad y caracterizadas por una intensa actividad volcánica, han sido objeto de excepcionales hallazgos arqueológicos.

El abad Ambrosio promulgó en 1095 una constitución que daba a los habitantes el derecho de propiedad y de herencia sobre la tierra que cultivaran, lo que favoreció el repoblamiento y la ocupación de los terrenos abandonados. Los privilegios fiscales dados por los reyes angevinos y después de la Corona de Aragón enriqueció otra vez la isla.

La isla fue atacada por Jeireddín Barbarroja aliado del rey de Francia en 1544, con una flota de 150 naves que saquearon la isla después de un asedio. La gran catedral, una obra de gran envergadura, fue incendiada así como las casas, y los 8.000 habitantes fueron deportados.

Con el peligro de nuevos ataques las islas quedaron incorporadas al reino de las Dos Sicilias en 1589. Hasta pasado el 1700 no quedó descartado el peligro turco y la ciudad se volvió a expandir. Las islas pasaron a Italia con el Reino de las Dos Sicilias.

Desde el año 2000 fue declarada Patrimonio de La Humanidad de la UNESCO.

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