Cuando los romanos llegaron a la actual llanura de Lombardía se encontraron con una ciudad habitada por tribus celtas llamada Médelhan. Hay quien dice que, aludiendo a la historia de las lenguas a lo largo de los tiempos, el nombre céltico surge de la conjunción de las raíces ‘medhe’ y ‘land’, que se podrían traducir como ‘la tierra que está en el medio’, o ‘en el centro’. Y por ahí parece que van los tiros, ya que en el año 222 antes de Cristo, Roma se expandió hacia el norte y conquistó la ciudad, que pasó a llamarse Mediolanum, esto es, ‘la ciudad que está en medio’ en lengua latina.

El origen semántico de la palabra (esto es, desde el punto de vista de su significado) tiene dos hipótesis fundamentales: la primera alude a su situación de centralidad en la enorme llanura de Lombardía, una de las más fértiles e importantes del norte de la Península Itálica. La otra apunta a que el nombre de ‘la ciudad que está en el medio’ tiene más que ver con la situación estratégica de la urbe en el contexto geopolítico de la época.

Entre los años 395 y 402 d.C., la ciudad fue capital del Imperio romano de Occidente. En el 569, la ciudad fue conquistada por los lombardos, quienes la mantuvieron hasta 774, cuando pasó a manos de Carlomagno. Tras la Revolución francesa fue ocupada por Napoleón. Hoy en día Milán es un importante centro comercial e industrial a nivel internacional, además de ser el distrito económico y capital financiera de Italia.

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