En 1918, los aviadores británicos John William Alcock y Arthur Whitten Brown decidieron aceptar el desafío propuesto por el diario local Daily Mail, que ofrecía una recompensa de 10.000 libras esterlinas para quien completara el primer vuelo transatlántico.

De acuerdo a las reglas del desafío propuesto por el diario, que desde 1906 pagaba recompensas por el cumplimiento de diferentes metas aeronáuticas, el cruce debía ser completado en 1919. La recompensa estaba abierta a pilotos de cualquier nacionalidad y podía ser cumplida, incluso, con aviones construidos fuera del Reino Unido.

La dupla Alcock-Whitten Brown logró cumplir el desafío al recorrer los 3 630 kilómetros de distancia entre ambos puntos en aproximadamente 16 horas y 12 minutos. Antes, debieron atravesar la niebla y las tormentas y sobreponerse a varios problemas técnicos que pusieron en riesgo la operación.

Los dos aviadores utilizaron un avión 'Vickers Vimy', un bombardero construido para la Fuerza Aérea Británica y de uso durante la Primera Guerra Mundial. Una vez culminada la contienda, el modelo de avión comenzó a ser utilizado con fines comerciales o para vuelos postales de larga distancia.

Si bien le siguieron algunos experimentos de vuelos con escalas, la travesía de los británicos sirvió para sentar las bases para el desarrollo de la aviación comercial, que explotaría a partir de 1932 con los primeros vuelos regulares de pasajeros.

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