El Dorado, según la leyenda, era una ciudad de América del Sur extremadamente rica, donde el oro y las piedras preciosas eran más que abundantes. El mito de El Dorado iba de boca en boca, agrandándose en la imaginación de los conquistadores, muchos de los cuales persiguieron sin descanso la conquista de este fabulosa ciudad hasta el fin de sus días.

No se sabe cómo y dónde surgió la leyenda de El Dorado. Parece que el afán de oro de los primeros conquistadores españoles llevó a preguntar a los indígenas por la procedencia de aquel metal brillante que utilizaban con la misma naturalidad que los europeos el vino en una taberna.

Las distintas respuestas de los aborígenes dieron como resultado el hallazgo de minas y sedimentos fluviales ricos en oro y plata, de este modo, se dio lugar a la circulación de muchas leyendas. Una de aquellas narraciones indígenas parece ser el origen de El Dorado.

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