Durante las guerras siempre ha sido difícil identificar los caídos en las batallas. Dado que todos son héroes sin nombre, el gobierno norteamericano quiso rendir homenaje y nada menos que el presidente Warren Harding impulsó la construcción de un monumento que recordara a estas víctimas de las guerras que habían librado. En otros países también hay monumentos similares como es el caso de Inglaterra y Francia. En Dinamarca se construyó un memorial como este en 1849 llamado Landsoldaten ("soldado de infantería"), pero la práctica moderna de estas celebraciones se inició en Inglaterra en 1920 y la Abadía de Westminster fue el lugar destinado para este fin.

Más información: www.arlingtoncemetery.mil