El único juego perfecto en la historia de las series mundiales de beisbol fue lanzado por el norteamericano Don Larsen, pitcher de los Yanquis de Nueva York. El juego se llevó a cabo el 8 de octubre de 1956 en el Yankee Stadium y fue el quinto partido de la Serie Mundial. El manager de los “Mulos de Manhattan”, Casey Stengel dió la responsabilidad de abrir en la loma de pitcheo a Don Larsen, que enfrentaba a los Dodgers de Brooklyn. El partido fue ganado por los Yanquis 2x0.

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