La emperatriz Wu Zetian (624 – 705) fue emperatriz de China entre los años 690 y 705, interrumpiendo el gobierno de la Dinastía Tang.

Desde un primer momento la emperatriz va a representar todo lo contrario a la ideología confuciana imperante del momento, introduciendo en la corte y en el gobierno presencia femenina y una fuerte influencia budista.

Esta religión se vio promocionada y consolidada en China durante su reinado, gozando de gran popularidad. Este apoyo le garantizó a la emperatriz el total respaldo de las masas populares, por las que la misma Wu Zhou se preocupaba construyendo numerosos graneros donde se llegaron a almacenar hasta 6000 toneladas de arroz para tiempos de hambrunas y malas cosechas.

En el ámbito social, destaca una gran liberación de la figura de la mujer, sujeta a los estándares confucianos. Por primera vez las mujeres pudieron hacer “cosas de hombres” tales como cazar, montar a caballo o vestir ropas masculinas. De esto se tiene evidencia gracias a las figurillas de la época halladas en China en donde se ven representadas figuras femeninas con estas características.

También se les dio el poder de divorciarse libremente. La emperatriz Wu Zetian llegó a introducir a mujeres en la administración imperial, muchas de ellas acabaron ocupando importantes cargos de relevancia.

Wu Zetian se propuso hacer de China el país más rico del mundo, valiéndose para ello de las rutas comerciales, tales como la famosa Ruta de la Seda.

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