En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer (humana) hecha por Hefesto debido a una orden de Zeus, después de que Prometeo, yendo en contra de su voluntad, le otorgara el don del fuego a la humanidad.

Según relata Hesíodo, Zeus le ordenó a Hefesto que modelara una imagen con arcilla, con figura de encantadora doncella, semejante en belleza a las inmortales, y le infundiera vida. Al mismo tiempo le encargó a Hermes sembrar en su ánimo mentira, seducción y un carácter inconstante. Ello, con el fin de configurar un "bello mal", un don tal que los hombres se alegren al recibirlo, aceptando en realidad un sinnúmero de desgracias.

Antes de que naciese Pandora los hombres habían vivido hasta entonces libres de fatígas y enfermedades, pero luego de haber nacido Pandora, ella misma abrió un ánfora que contenía todos los males, liberando así todas las desgracias humanas. El ánfora se cerró justo antes de que la esperanza fuera liberada.

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