Henry Dunant (1828-1910), empresario filántropo que en 1859 mientras hacía un viaje de negocios a Solferino, al norte de Italia, presenció el enfrentamiento de los ejércitos francés, austriaco, y piamontés. Posterior a la batalla, fue testigo de cómo yacían 40.000 hombres abandonados a su suerte, y cómo morían los heridos por falta de asistencia. Toma la iniciativa de socorrer a los soldados apoyado por gente de los alrededores para que atendiesen a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema "Tutti fratelli" (Todos hermanos).

Esta experiencia llevó a Dunant a organizarse y a idear formas para actuar en situaciones parecidas, y tres años después publicó su libro llamado "Recuerdo de Solferino".

Autor intelectual de: "cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo". Es aquí donde nace la idea de lo que serán las futuras sociedades de la Cruz Roja.

Desde el primer momento, Dunant concibió que la esencia de estos grupos sería la neutralidad, y su disposición a prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o creencias. El y miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja.

En su homenaje cada año, el 8 de mayo, fecha de su nacimiento, se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja.

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