La historia de Emil Adolf von Behring es realmente impresionante. Desde muy pequeño mostró un gran interés por la medicina. Su familia era muy pobre y no le podía costear la carrera. Su padre era un maestro de escuela y quería que su hijo fuera sacerdote. Un amigo de la familia, doctor militar, ayudó para que Emil Adolf ingresara a la Academia Médica Militar en Berlín. Ahí se graduó en 1878. Él quería ayudar a la gente y empezó a investigar enfermedades como la difteria y,eventualmente, descubrió la antitoxina de esta enfermedad. Como recompensa a su dedicación y esfuerzo, ganó el primer Premio Nobel que se otorgó en Medicina o Fisiología, en el año de 1901.

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