Akira Kurosawa (23 de marzo de 1910 - 6 de septiembre de 1998) fue uno de los más célebres directores de cine de Japón.

El que se convertiría en el más conocido de los directores japoneses, irónicamente, más famoso fuera que dentro de su país, comenzó en 1936 a ejercer como guionista y ayudante de dirección del director Kairo Yamamoto en los estudios Toho, en Tokio.

Su primera película, Sugata sanshiro (La leyenda del Judo, 1943) estaba dividida en dos partes y trataba de un joven maestro de judo.

Comenzó a ser reconocido internacionalmente con su duodécima película como director, Rashomon (1950), protagonizada por Toshiro Mifune, una de sus obras maestras, que en plena posguerra abre las puertas del cine japonés a Occidente al ganar el León de Oro de la Mostra de Venecia.

Otras películas destacadas son: Vivir (1952), Los siete samurais (1954), Los canallas duermen en paz (1960), El idiota (1951), de Dostoievski, o Macbeth y El rey Lear, de Shakespeare, que rueda como Trono de sangre (1957).

Ran (1985), El infierno del odio (1963), Barbarroja (1965), Dersu Uzala (1975), oscar a la mejor película extranjera de ese año, Kagemusha. La sombra del guerrero (1980), Los sueños de Akira Kurosawa (1990) y Rapsodia en agosto (1991).

Por su trabajo fue premiado en festivales como Berlín, Venecia, Cannes, Moscú y reconocido en ceremonias como los BAFTA y los premios Óscar que en 1990, le otorgaron el Óscar honorífico por su trayectoria.

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