Vinicius de Moraes, un prodigio del siglo XX, que recorrió entre 1913 y 1980. Apuró la vida intensamente: se casó siete veces, tuvo diez hijos, estudió Derecho que jamás ejerció profesionalmente, fue compositor, cantante, poeta, dramaturgo, periodista, crítico de cine, guionista, cineasta, diplomático, funcionario censor. "Creo que fui el único censor que nunca cortó un fotograma", declaró.

Sobrevivió a tremendos accidentes de circulación e hidroavión. Trató con Pablo Neruda, Orson Welles, Siqueiros, Nicolás Guillén y con la plana mayor de la cultura brasileira desde Jorge Amado a Oscar Nienmeyer.

"No dejaste deberes sin cumplir/ tu tarea de amor fue la primera/ jugaste con el mar como un delfín/ y perteneces a la primavera" dijo Neruda en su "Soneto a Vinicius".

Aunque firmó canciones en solitario, lo más frecuente era hacerlo en colaboración con artistas de la talla de Antonio Carlos Jobim, Baden Powell, Toquinho, Chico Buarque entre otros. En 1956 juntó a Jobim con Joâo Gilberto, poniendo en marcha la bossa nova, una de las grandes músicas del siglo XX. Con "Chega de saudade" en 1958 su popularidad no paró de crecer.

Represaliado, el vagabundo, en palabras del mariscal Costa y Silva, siguió con su fórmula: el poeta, la chica y la guitarra; la guitarra era Toquinho, la chica podía ser María Creuza o María Bethania, indiscutiblemente, el poeta era Vinicius de Moraes, sin más elementos escénicos que la botella de whisky, el vaso y los cubitos de hielo.

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