Tamara de Lempicka (1898, Polonia – 1980), fue una pintora polaca que alcanzó la fama en Europa y Estados Unidos con sus retratos y desnudos de gusto art déco.

Su biografía, falseada por ella misma, está repleta de misterios. Odiaba el comunismo ya que la revolución destrozó su cómoda vida aristocrática de fiestas en la Rusia pre-revolucionaria, cuando estudió arte en Petrogrado.

Emigrada en París surgen signos de debilidad económica y se ve obligada a pintar. En pocos años, su personalísima técnica y elegante estilo, además de sus contactos, la convierten en la pintora de moda. Toda la burguesía y la nobleza quieren uno de sus retratos, y Tamara se convierte en una extraordinaria retratista. Pronto puede volver a permitirse su tren de vida.

Se forja entonces la leyenda de Tamara de Lempicka, increíblemente hermosa y moderna, amante del hedonismo, las fiestas, las orgías, la cocaína y la bisexualidad. Una vida decadente que sirvió de inspiración para la mayoría de sus cuadros, que retrataban en gran parte, el París de la alta burguesía.

El desnudo y el retrato son sus principales géneros. "Autorretrato en el Bugatti verde" es el lienzo más famoso de la artista. Se trata de un plano cerrado sobre la puerta izquierda del coche deportivo, donde se presenta la cara de la artista con gesto indiferente y su guante de piel marrón.

Otras obras destacadas: "Grupo de Cuatro Desnudos", "La bella Rafaela", "Muchacha en verde" o “Retrato de un jugador de polo”.

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