En el bosque andino de Bolivia vive el único rey de Sudamérica, Julio I, un descendiente de esclavos africanos que está reconocido como tal oficialmente por el Gobierno.

Julio Pinedo es probablemente el rey más pobre del mundo. Trabaja ocho horas diarias bajo el sol implacable cortando hojas de coca, todos los días desde hace más de 50 años.

Vive en el pueblo de Mururata, de 400 habitantes, está situado en los Yungas, una región del departamento de La Paz cubierta de bosque tropical andino.

En Bolivia está permitido el mascado de la coca y por eso se autoriza la siembra de unas 12,000 hectáreas y el excedente se destina probablemente a la producción de cocaína.

En la puerta de la casa de Pinedo se lee: "Se vende helados". La habitación sirve a la vez de negocio de la reina Angélica, su esposa. Una empinada escalera sube hasta el dormitorio donde en una vitrina de cristal se ve la corona del rey.

Fue coronado el 3 de diciembre de 2007 tras el reconocimiento de las autoridades de La Paz, aunque en la comunidad ya estaba reconocido como monarca desde 1992.

Pinedo, de 74 años, es descendiente del príncipe Uchicho, que fue uno de los esclavos traídos a Bolivia en uno de los últimos barcos en 1820. El actual rey mezcla por tanto sus orígenes en Senegal con los de la cultura indígena, que ha creado en Bolivia el caso excepcional de las cholitas negras.

Sus objetivos como monarca son conseguir un centro de salud para el pueblo y mas ayudas para la comunidad.

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