1928: Los Campos de Sport del Sardinero de Santander son escenario de la final de Copa de fútbol entre el F.C. Barcelona y la Real Sociedad de San Sebastián. Tres partidos van a ser necesarios para saber quién se proclamaría campeón.

En el primero de esos partidos, jugado el día 20 de mayo, el portero del Barcelona, el húngaro Platko (1898-1983), se convirtió en héroe por su comportamiento.

"Cuando la Real estaba achuchando la portería catalana, su delantero centro Cholin, en una posicion envidiable, avanzó hasta la portería. Cuando el gol parecía inevitable, el guardameta Platko realizó una gran estirada y se arrojó sobre el pie del jugador donostiarra conteniendo así el tiro, pero a cambio de recibir en la cabeza el golpe destinado al balón. La patada fue brutal, Platko quedó conmocionado y tuvieron que retirarle del campo para aplicarle 6 puntos de sutura en la herida ensangrentada." Platko volvió al juego con un aparatoso vendaje que perdería en el transcurso del juego.

El poeta Rafael Alberti, uno de los espectadores presentes en el campo, impresionado, dedicó al guardameta una de las escasas odas referidas al mundo del fútbol. Curiosamente entre los hinchas de la Real Sociedad, estaba un joven de 18 años, también poeta, Gabriel Celaya que le dedicaría una "Contraoda a Platko".

Un tercer asistente de excepción, Carlos Gardel de gira por España, no dudaría en adaptar la letra de uno de sus tangos al mencionado evento.

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