Coyolxauhqui, "la adornada de cascabeles" (coyolli, "cascabel"; xauhqui, "que adorna"), es una deidad mexica.

En la mitología nahua, Coyolxauhqui era hija de la diosa madre Coatlicue y regente de los Centzon Huitznáhuac, "cuatrocientos biznagas", sus hermanos, dioses de las estrellas meridionales.

Mientras la piadosa y casta madre de todos los dioses, Coatlicue, "la de la falda de serpientes", se encontraba barriendo como penitencia en el Coatepec, "monte de la serpiente", por el rumbo de Tula, encontró un ovillo de valiosas y finas plumas azulinas de colibrí, ofrenda que el "cielo azul" de los mexicas besó y en el depositó su semilla, la esparció por el aire y la hizo llegar a Coatlicue, quien las escondió en el dobladillo de su falda.

Sin saberlo, por esta ofrenda quedó embarazada.

Cuando sus otros hijos y su hija Coyolxauhqui se enteraron de este misterioso embarazo, se ofendieron y se dirigieron al Coatepec para matar a su madre.

En ese momento, Coatlicue dio a luz al dios de la guerra, Huitzilopochtli,"colibrí zurdo", que enfrentó a sus hermanos, armado con la Xiuhcóatl, "serpiente de fuego", y degolló a Coyolxauhqui, arrojando su cuerpo por la pendiente, haciéndose pedazos.

Huitzilopochtli arrojo los restos de Coyolxauhqui al cielo convirtiéndose en la luna. De los Centzon Huitznáhuac, los pocos que se salvaron, huyeron hacia el sur y se convirtieron en estrellas.

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