Enlil era el dios sumerio de la tierra, el viento, el aire, las tempestades y la respiración. Especialmente venerado en la ciudad de Nipur en la antigua Mesopotamia.

Era hijo de Anu y de Ki a quienes separó al nacer, provocando con ello la separación física del cielo y la Tierra.

Enlil, Anu y Enki forman la trinidad suprema de la mitología sumeria. Enlil era el guardián de las Tablas del Destino, donde se encontraban decretados los destinos de todo lo existente.

Este dios intentó destruir la humanidad en 3 ocasiones molesto por sus ruidosas costumbres. En el último intento Enlil arrasa la Tierra con un diluvio, pero la humanidad logra salvarse gracias a la intervención de su medio hermano Enki.

Enki le ordena a Atrahasis la construcción de un barco enorme, en el cual debía colocar semillas y animales.

Es entonces cuando Enlil inunda la Tierra abriendo las compuertas de los cielos. Pero los demás dioses lo reprendieron ya que ellos necesitaban los sacrificios realizados por los humanos para alimentarse.

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