El Ficus carica, mejor conocido como higo no es una fruta cualquiera, de hecho, estrictamente hablando, los higos son flores invertidas.

En primer lugar, técnicamente no son una fruta, sino una infrutescencia (un conjunto de frutas). Y en segundo lugar, necesitan una avispa para reproducirse, un insecto que muere dentro del higo después de depositar sus larvas.

Los higos son una especie de flores invertidas que florecen dentro de este gran capullo oscuro con tonos rojizos que conocemos como higos. Cada flor produce una sola nuez y una sola semilla llamada "aquenio".

El higo está formado por varios aquenios, que le dan esa característica textura crujiente.

Pero lo más increíble es el proceso especial de polinización que necesitan las flores de higuera para reproducirse. No pueden depender de si el viento o las abejas traen polen como otras frutas, por lo que necesitan una especie conocida como avispas del higo.

Estos insectos transportan su material genético y le permiten reproducirse. Por su parte, las avispas no podrían vivir sin higos, ya que depositan sus larvas dentro del fruto. Esta relación se conoce como simbiosis.

Actualmente, la gran mayoría de productores de esta fruta ya no necesitan el trabajo de las avispas.

La mayoría de las variedades de higos para consumo humano son partenogenéticas, esto significa que dan fruto en ausencia de un polinizador.

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