Son la última tribu indómita y la única que derrotó a los Conquistadores de Pizarro. No aceptan ninguna autoridad, no tienen cacique ni amo y viven en un estado de guerra permanente que los transformó en maestros de la emboscada y del duelo.

Sus casas, en los claros del montañoso Amazonas ecuatoriano y peruano, cuelgan sus siniestros trofeos de combate : las "tsantas", cabezas reducidas por un proceso milenario y secreto que permite "guardarse" la cara del enemigo derrotado.

Los jíbaros, derrotaron a los españoles hace 400 años y todavía siguen indomables, viviendo en sus dominios al pie de los Andes.

Son una sociedad organizada para el combate que nunca fue conquistada, nunca perdió su terreno ante otras tribus y nunca aceptó ni siquiera la cruzada pacífica de los misioneros cristianos. Ellos se llaman "Untsuru Chuara" a si mismos, vieron una persona blanca por primera vez en 1549.

Su principal cultivo es la mandioca dulce, que sirve para fabricar la chicha, su única bebida ya que solo usan el agua para hacerse buches y lavarse los dientes. También cosechan tomate, maíz, cebolla, batata, maníes, ananá y bananas que forman parte de sus comidas. Las mujeres hacen el trabajo agrario, cada esposa de los polígamos jíbaros se encarga de unos cinco mil metros cuadrados.

La mayoría de sus herramientas son de madera, aunque el comercio con los blancos, los provee de elementos de metal, como azadas, baldes y palas.

La gran herramienta es el machete de acero.

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