Dos mujeres acudieron ante El Rey Salomón, ambas aseguraban ser madre de un mismo bebé. Al no poder resolver el dilema, el rey utilizó una estrategia, simuló dividir al bebé en dos, para supuestamente dejar contentas a las mujeres y así darle a cada una la mitad. Una de las mujeres al ver que el niño perdería la vida, optó por permitirle a la otra mujer que se quedara con el niño. Ante esta decisión, El Rey Salomón, se dio cuenta de que la mujer que cedía, era la verdadera madre, ya que para ella fue más importante proteger la vida de su hijo, que salir victoriosa. El rey sabía que por amor la verdadera madre renunciaría a su hijo y preferiría perderlo ante la otra mujer que permitir que lo mataran.

Debido a este hecho, cuando alguien debe hacer las veces de Juez o Árbitro y toma decisiones que favorecen a todos los involucrados, se habla de "decisión Salomónica".

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