El mutualismo es un tipo de relación entre especies o relación interespecífica, en el cual los dos individuos involucrados obtienen un beneficio mutuo, o sea, se benefician ambos de su asociación. Este tipo de vínculo no ocasiona daños a ninguno.

El mutualismo se diferencia de otras interacciones en las que una especie se beneficia a costa de otra u otras especies; estos son los casos de explotación, tales como el parasitismo, la depredación, etc.

La simbiosis puede ser un tipo particular de mutualismo de carácter íntimo, en que una de las partes (o ambas) es estrictamente dependiente de la otra. Otros tipos de simbiosis incluyen casos de parasitismo o de comensalismo.

Las relaciones de mutualismo son muy importantes en las dinámicas ecológicas del medio ambiente, sobre todo en el incremento de la biodiversidad y en el aprovechamiento máximo de los recursos naturales disponibles, así como en los caminos que toma la evolución.

Un ejemplo del incremento de la biodiversidad del mutualismo, son las interacciones entre polinizadores y las flores de plantas angiospermas. La coevolución entre angiospermas e insectos ha acarreado una gran proliferación de ambos tipos de organismos.

Otro ejemplo de mutualismo es la flora bacteriana y los humanos. En nuestros intestinos hay un conjunto de especies bacterianas que en lugar de infectarnos y herirnos, nos ayudan a descomponer la comida y a realizar la digestión, beneficiándose también en el proceso.

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