El término francés éclosion llegó al castellano como eclosión. Se trata del acto de eclosionar: un verbo que, en el terreno de la biología, se emplea para nombrar a la apertura de un capullo o a la rotura de la envoltura de un huevo o una crisálida. Eclosionar también refiere a la explosión de un fenómeno o un movimiento social o cultural.

En el caso de muchos animales, la eclosión es el instante en el cual las crías logran salir de su capullo o huevo. La eclosión, en este marco, resulta equivalente al nacimiento.

Eclosión, también significa, la irrupción abrupta o el crecimiento súbito de algo. Aquello que hace eclosión, se vuelve notorio o masivo de pronto: “La crisis política hizo eclosión cuando varios funcionarios del gobierno presentaron su renuncia de manera simultánea”, “La inauguración del museo de ciencias naturales produjo una eclosión turística en la ciudad”, “Este tipo de novelas tan populares suele producir una eclosión en las ventas de todas las librerías”.

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