Los búhos exhiben funciones auditivas especializadas y formas de oídos que también ayudan en la caza. Se caracterizan por su ubicación asimétrica en el cráneo en algunos géneros.

Los búhos pueden tener tanto oídos internas como externos, ambos asimétricos. La colocación asimétrica de ellos en el cráneo permite al búho señalar la ubicación de su presa. Esto es especialmente cierto para especies estrictamente nocturnas como las lechuzas comunes o la lechuza de Tengmalm.

Con los oídos colocadas en diferentes lugares de su cráneo, un búho puede determinar la dirección de la que proviene el sonido por la mínima diferencia de tiempo que tardan las ondas sonoras en penetrar en los oídos izquierdo y derecho. El búho gira la cabeza hasta que el sonido llega a ambos oídos al mismo tiempo, momento en el que se enfrenta directamente a la fuente del sonido.

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