Un documento hallado en los Archivos Nacionales del Reino Unido demuestra cómo el rey Enrique VIII planificó al detalle la decapitación de su segunda esposa. En él se recogen las instrucciones del rey Enrique VIII para la ejecución de su segunda mujer, Ana Bolena.

Se trata de un pasaje que había pasado desapercibido hasta ahora entre las páginas de un libro de disposiciones reales del siglo XVI. En él, Enrique VIII da instrucciones precisas sobre cómo y dónde debía ser ejecutada su esposa.

El monarca quería que se siguieran sus instrucciones al pie de la letra, hasta el punto que Sir William Kingston, el Condestable de la Torre, tuvo que viajar hasta Francia para contratar a un espadachín que se ocupara de la decapitación.

En ese mismo sentido, la sentencia condenaba a Ana Bolena a morir “quemada o decapitada”, una elección que correspondía al rey, que optó por el método más rápido.

Ana Bolena fue condenada “por adulterio y alta traición” por mantener relaciones sexuales con varios hombres de la corte, incluido su propio hermano. Fue ejecutada el 19 de mayo de 1536.

Las acusaciones no eran ciertas y el juicio fue una farsa organizada por Enrique VIII para librarse de ella y casarse con Jane Seymour.

El motivo era la obsesión del rey por tener un heredero masculino que ni Ana Bolena ni Catalina de Aragón, le habían dado. Tuvieron hijas: Ana dio a luz a una niña, Isabel I y la hija de su primera esposa pasaría a la historia como María la Sanguinaria.

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