A mediados del siglo XVI aproximadamente, los sabuesos empezaron a ser clasificados por su finalidad, es decir, sabuesos de vista, sabuesos de olfato, etc. En esa época, a un pequeño sabueso, criado para matar conejos y liebres, se le asignó el nombre de "Begles", un término francés que significa "boca grande". Esto hacía referencia a la tendencia de los animales a "aullar", esto es, a ladrar en grupo. La versión anglicanizada, por supuesto, es "Beagle".

Los beagles han sido representados en la cultura popular desde la época isabelina tanto en la literatura como en la pintura y, más recientemente, en el cine, los cómics y la televisión. A menudo se cita a Snoopy, uno de los personajes principales de la tira cómica Peanuts, como «el beagle más famoso del mundo».

Aunque desarrollado desde sus orígenes para la caza, son una raza versátil y hoy en día se emplean para otros papeles como detección, búsqueda y rescate, terapia y como animales domésticos familiares. En Australia se utilizan como perros olfateadores para la localización de termitas,​ y se les menciona como posibles candidatos para la detección de drogas y explosivos.

Por su naturaleza apacible y no imponente, también se utilizan con frecuencia en la zooterapia, visitando a enfermos y ancianos en hospitales.

Más información: www.purina.es