El lunes 17 de octubre de 1814 una gran cuba de cerveza se vino abajo y desencadenó una riada e inundación. Casi siete metros de barril se estrellaron contra el suelo cuando cedió uno de los anillos de hierro que lo rodeaban.

Aquella primera cuba tenía más de 600.000 litros de cerveza dentro. Pero la caída de esta primera cuba provocó que otras también se vinieran abajo y el efecto dominó lanzó una ola de casi millón y medio de litros de cerveza por las calles.

La cervecera Meux & Company fue arrasada. La riada salió de la fábrica y derribó dos casas y un muro que, a la postre, acabó suponiendo la muerte de una joven empleada, Eleanor Cooper, que fue aplastada. Los sótanos de las casas contiguas a la cervecería se anegaron y llegaron más muertes.

La inundación de cerveza de Londres que mató a 9 personas se convirtió en tragedia. Entre los muertos hubo dos niños de 3 y 4 años. Varios muertos estaban en el velatorio de un niño de 2 años. Al día siguiente la madre del pequeño lo acompañaba en el ataúd.

La inundación de cerveza de Londres sumó una muerte por intoxicación etílica.

Algunos de los afectados juntaron los cadáveres en una de las casas. Tantos que el suelo, deteriorado por la cerveza, se vino abajo y acabaron en el sótano. No hubo muertos esta vez, pero sí destrozos.

La cervecería perdió una cantidad enorme de producto y el accidente acabó en un proceso judicial. Se determinó que no había responsabilidad alguna de Meux & Company.

Más información: es.m.wikipedia.org