El café es originario de África, probablemente de Etiopía, y su introducción en América ha sido atribuida a un francés: quien llevó un cafeto a Martinica en 1720.

En Paris compró un cafeto y decidió llevarlo en su viaje de vuelta. Se cree que pudo suceder en 1720, y en esta primera travesía las plantas perecieron no se sabe muy bien cuál fue el motivo, pero lo que está claro es que Gabriel Mathieu, tendría que esperar a su segundo viaje en 1723.

En su segundo viaje De Clieu partió de Nantes con la planta más apreciada de su época. Una vez a bordo, con el Cafeto lo guardo en un tarro de cristal, para resguardarlo de la sal marina y conservarlo a una temperatura cálida, durante el Viaje.

Tuvo que sortear muchos problemas; el ataque de otro tripulante, que amainara el viento hasta tal punto que el Barco se quedó inmóvil; comenzaron a agotarse las reservas de agua y De Clieu se vio obligado a compartir su ración de agua con el Cafeto.

Cuando finalmente consiguieron llegar a Martinica, el Oficial plantó el Cafeto, l en Precher, entre espinos, y lo mantuvo bajo la vigilancia constante de los esclavos.

El cafeto fue creciendo y reproduciéndose, y por fin en 1726 se consiguió recolectar la primera cosecha.

De Clieu murió en Paris en 1724 a los 88 años de edad, sin ver con sus propios ojos el fruto de su sacrificio por el Café.

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