A lo largo de los años la Casa Blanca ha sido hogar de perros, gatos, aves e incluso ovejas.

En el año 1918, el entonces presidente Woodrow Wilson, tuvo la peculiar idea de llenar los jardines de la Casa Blanca con un rebaño de 48 borregos, según información del The Washington Post.

La intención era que las ovejas fueran llevadas a pastar en los jardines, con el fin de ahorrar la mano de obra necesaria para segar los terrenos extensos.

Ocurría la Primera Guerra Mundial. Los Wilson querían ser una familia modelo durante la guerra y querían resaltar su apoyo a la causa estadounidense. Vendiendo la lana de los borregos para recaudar fondos a través de subastas. Reunieron 58 mil dólares para la Cruz Roja,

Estos animales comensaron a ser las estrellas de la Casa Blanca. Pero vivir en Washington D.C no era muy adecuado para esta especie. Los animales comenzaron a sentir miedo al ruido de los automóviles que habían comenzado a aparecer en todo el Distrito de Columbia, lo cuales aumentaban día a día.

Las ovejas comenzaron a desarrollar enfermedades y tenían que ser cuidadas por especialistas del Departamento de Agricultura. Para el año 1920 el rebaño se había comido la mayoría de la hierba de la parte trasera, destrozó los jardines e incluso acabó con algunos árboles. Esto llegó a su fin cuando el presidente se cansó de estos animales y ordenó retirarlas.

Pero hubieron otros presidentes que tenían establos en la Casa blanca. Es el caso de Ulises S. Grant en 1869.

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