El pasado 14 de noviembre, en Ginebra, se realizó la subasta de joyas reales de la familia Borbón Parma, organizada por Sotherby's.

Un total de diez lotes que formaban parte del joyero personal de María Antonieta alcanzaron un valor de 42 millones de dólares (37 millones de euros). El lote estaba compuesto, entre otros, por un collar de perlas naturales, adjudicado en más de dos millones de dólares, y unos pendientes. Una de las joyas subastada alcanzó la cifra de 32 millones de euros.

El resultado de la subasta de las joyas de la casa de Borbón Parma superó los 45 millones de euros en gran parte gracias a esta joya;

32 millones de euros por un colgante compuesto por una perla natural y varios diamantes de talla antigua.

El precio al que llegó un pujador anónimo solo se explica por quién fue la dueña de esta joya: la reina francesa María Antonieta. De hecho la cifra supone un nuevo récord para una perla.

El 1791 salieron de Francia a Austria para ponerlas fuera del alcance de los revolucionarios. Allí estuvieron custodiadas hasta la muerte de la reina; fueron legadas a su hija María Teresa, Madame Royale, que a su vez las dejó a una sobrina suya, Luisa de Francia, duquesa de Parma.

Las joyas permanecieron los últimos dos siglos en manos de la familia Borbón Parma, una de las dinastías reales más importantes de Europa.

El valor total de los lotes subastados fue 18 veces superior a la tasación que habían hecho sus expertos.

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