El filósofo Anaxágoras que vivió en Grecia en el siglo VI a. C., supuso que todas las cosas estarían formadas por partículas elementales, que llama con el nombre de "semillas" (spermata, en griego).

El científico sueco Svante Arrhenius creía que una especie de esporas o bacterias viajan por el espacio y pueden "sembrar" vida si encuentran las condiciones adecuadas. Viajan en fragmentos rocosos y en el polvo estelar, impulsadas por la radiación de las estrellas.

Hace 4.500 millones de años, la Tierra primitiva fue bombardeada por meteoritos, cometas y asteroides. Esto duró millones de años. Los cometas, meteoritos y el polvo estelar contienen materia orgánica. Las moléculas orgánicas son comunes en las zonas del Sistema Solar exterior, que es de donde provienen los cometas.

Las bacterias son muy resistentes. Cuando en 1967 se lanzó la nave Surveyor 3 a la Luna, accidentalmente se trasportaron bacterias, las cuales fueron reanimadas al traerlas de vuelta tres años más tarde. Se han hallado bacterias en la atmósfera a una altitud de más de 40 km.

En un meteorito, que se considera que vino de Marte, aparecieron bacterias fosilizadas de hace millones de años, aunque no se sabe si ya estaban allí cuando cayó en la Tierra. Si un meteorito fuera muy grande, la elevada temperatura que alcanza al entrar en la atmósfera no afectaría a su núcleo.

La hipótesis de la panspermia es factible, aunque no necesaria para explicar el origen de la vida sobre la Tierra.

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