"El Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer" está considerada como una de las obras más destacadas del pintor romántico español Valeriano Domínguez Bécquer.

Valeriano Domínguez Bécquer (1833-1870) fue un pintor e ilustrador español. Hijo de José, pintor costumbrista, queda pronto huérfano, criándose junto a su hermano Gustavo Adolfo al amparo de sus tíos maternos y guiado en el arte de la pintura por su tío Joaquín, también pintor de costumbres y profesor en la Escuela de Bellas Artes sevillana.

Permanece en el taller de su tío hasta el año 1853, subsistiendo posteriormente a duras penas con la realización de retratos y la venta de pequeños cuadros.

La estancia en el monasterio de Veruela, en 1864, velando la convalecencia de su hermano e influenciado por las leyendas del lugar y la imaginación fraterna, le induce a pintar algunos temas fantásticos que compagina con la pintura de costumbres populares.

Pensionado en 1865 por el Ministerio de Fomento recorre las tierras de Soria, Aragón, Navarra y el País Vasco, para estudiar los tipos, trajes y costumbres españolas, realizando escenas de verdadero encanto captadas en la inmediatez, de aldea en aldea, que conformarán lo más selecto y prestigioso de su producción. Al advenimiento de la nueva situación política, en 1868, le queda restringida su pensión que era la única base de su economía, subsistiendo a partir de aquí y hasta el final de su vida gracias a colaboraciones periodísticas como dibujante y como escritor.

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