El 21 de octubre de 1805 tuvo lugar la Batalla de Trafalgar, fue la más grande, dura y decisiva batalla naval de las Guerras Napoleónicas.

La flota británica comandada por el Almirante Horatio Nelson e integrada por 27 navíos de línea y 6 fragatas se enfrentó a la escuadra franco-española conformada por 33 navíos de línea y 7 fragatas y comandada por el Almirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve.

La flota aliada estaba anclada en Cádiz desde donde zarpó en la tarde del 20 con rumbo a Gibraltar y, poco antes del anochecer formó la línea para enfrentar la batalla debido a la cercanía del enemigo. Durante la madrugada ambas flotas se avistaron y hacia las 8 de la mañana Villeneuve comete un gran error al ordenar a su flota virar en redondo para que el enemigo no pudiera cortarle la vía de escape hacia Cadiz.

Por su parte Nelson formó a sus barcos en dos columnas con las que atacó al enemigo de manera perpendicular en el medio de su formación, de esta manera pretendía destruir el centro y la retaguardia antes de que la vanguardia franco-española pudiera girar y volver al combate. Al comienzo de su ataque fue cuando dijo su célebre frase, motivo de esta pregunta.

La batalla fue brutal, en poco más de 6 horas la cantidad de víctimas fatales y pérdidas materiales fueron cuantiosas.

La victoria británica fue amarga ya que el Almirante Nelson, un héroe nacional, cayó en combate. A su sepelio concurrió el Almirante Villeneuve que había sido capturado en la contienda.

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